El jamón ibérico es uno de los productos más deliciosos de nuestro país y también uno de los más beneficiosos. Y es que además de destacar por su maravilloso sabor, el jamón ibérico también es muy apreciado por su alto contenido en ácido oléico, como el aceite de oliva, y además, es rico en grasas monoinsaturadas, las cuales ayudan a disminuir el índice de colesterol en sangre, los triglicéridos y el colesterol LDL.
Pero como suele ocurrir con la mayoría de productos gourmet, existen una serie de factores a tener en cuenta para que el disfrute de este producto sea un éxito como por ejemplo, su corte.
Aunque pueda parecer un detalle sin importancia, debes saber que es algo fundamental, ya que cortar este producto de forma adecuada, entre otras cosas, respeta y potencia su sabor. Y es que no hay nada peor que comprar un producto tan delicioso y no poder disfrutarlo al máximo simplemente por lo cortarlo de forma adecuada.
Por todo ello, si acabas de comprar un jamón ibérico y quieres saber cómo cortarlo correctamente, aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán en este ritual tan maravilloso aunque si prefieres evitar el corte o no eres muy experto, lo mejor, sin duda, es que optes por un jamón cortado a cuchillo por un auténtico profesional.
Paso a paso para cortar un jamón ibérico:
1. Antes de empezar con el corte, es importante que coloques la pieza de forma adecuada sobre el jamonero y como norma general, con la pezuña hacia abajo.
Una vez colocado, sujeta la pata a la pieza de seguridad del jamonero asegurándote de que queda bien agarrado y no se mueve. El soporte debe quedar de tal forma que quien lo vaya a cortar no necesite realizar movimientos bruscos ni forzados.
A la hora de efectuar el corte nada debe suponer un impedimento. Por eso es conveniente que retires todo aquello que pueda molestar o que se encuentre cerca del jamonero.
2. Es importante contar con las herramientas adecuadas, lo ideal es tener tres cuchillos: el carnicero para retirar la piel y la grasa exterior del jamón; el jamonero para cortar las lonchas; y el tipo puntilla para ir separando la carne del hueso a medida que se profundiza en el corte.
Te recomendamos que afiles los cuchillos cada vez que vayas a cortar el jamón. De hecho, este es uno de los puntos fundamentales a la hora de conseguir un buen corte.
3. El primer paso será retirar toda la corteza y grasa exterior de la zona que vayamos a empezar a cortar (la babilla en este caso), dejando únicamente, de forma aproximada, un centímetro de grasa. En caso de que vayas a consumir todo el jamón en el mismo día, lo mejor es retirar toda la corteza y la grasa exterior al completo.
Es importante dejar siempre un poquito de grasa en los laterales para acompañar a cada loncha, de esta forma disfrutaremos del auténtico sabor del jamón ibérico.
Las lonchas deben ser pequeñas y lo más finas posible, combinando magro y grasa para así conseguir el máximo aroma y sabor.
El corte debe ser recto y los bordes tienen que quedar siempre limpios de corteza y tocino amarillento para así evitar malos sabores.
4. Para extraer las lonchas tenemos que apoyar el cuchillo jamonero firmemente sobre el corte, sin presionar y desplazándolo con un ligero vaivén.
5. Además es recomendable que las lonchas se coloquen en una sola capa o ligeramente solapadas ya que el jamón ibérico desprende todo su aroma y sabor una vez que se ha oxigenado y la grasa empieza a fundirse a temperatura ambiente, por lo que no debe haber nada que se lo impida. Lo ideal es esperar aproximadamente 30 minutos antes de consumirlo.
6. Los cortes siempre deben realizarse en el sentido del eje del jamón, en dirección contraria a la pezuña. Estos nunca deben ser bruscos, sino rectos y suaves. Ni que decir tiene que la mano que no se utilice para cortar siempre debe estar lejos del cuchillo para evitar accidentes.
7. A medida que te vayas acercando al hueso, puede que necesites usar un cuchillo más pequeño para poder cortar la carne que se encuentra más cerca de esta zona.
8. Una vez llegues al hueso, haz pequeños cortes incisivos con la puntilla bordeándolo. De esta forma, conseguirás que las lonchas se desprendan más fácilmente.
Debes seguir este procedimiento hasta llegar al hueso inferior. Solamente cuando se ha terminado esta parte, podrás darle la vuelta.
9. En la parte superior conocida como jarrete, se encuentra el hueso peroné que podemos sacar haciendo palanca. De esta zona y de la parte inferior podemos extraer lonchas o taquitos, ya que resulta más difícil de cortar.
10. Una vez cortada toda la pieza, no olvides aprovechar el hueso para darle más sabor a tus caldos y es que «del cerdo, hasta los andares». Puedes serrar el hueso en trozos y congelarlos sin problema para ir utilizándolos poco a poco.
Además, puedes cortar la grasa en dados y utilizarla para elaborar cremas, purés o croquetas, así mejorarás y potenciarás el sabor de tus platos. Esta también puede congelarse sin problema.