Por dónde empezar un jamón ibérico

Cuando compramos un jamón ibérico (tarea no demasiado fácil para algunos por los diferentes tipos de jamón que hay) probablemente, sea esta una de primeras dudas que surgen antes de empezar a consumir este producto, ya que esta es una de las preguntas más repetidas entre nuestros clientes.

Por ello, a continuación os ofrecemos una serie de recomendaciones a seguir con el fin de facilitar esta decisión.

Además, si todavía no te has decidido por qué jamón comprar, en nuestra tienda online encontrarás todas las características y diferencias entre cada uno de nuestros jamones ibéricos. Además, te enviaremos el que elijas directamente desde nuestra fábrica de jamones en Salamanca.

¿Por qué lado se debe empezar un jamón?

En primer lugar, independientemente vayamos a empezar el jamón o no, una vez hayamos adquirido el mismo, será necesario deshacernos de cualquier bolsa o envoltorio que acompañe al jamón, de igual forma, retiraremos todo tipo de etiquetas que la pieza traiga consigo para que así resulte más cómodo el proceso de corte.

Debemos dejar la pieza completamente al descubierto, en un lugar fresco y seco, colgado o directamente colocado en el jamonero, donde colocaremos la pieza con la pezuña hacia arriba o hacia abajo, la posición de la misma dependerá principalmente del tiempo que tardemos en consumir el producto.

Para evitar que el jamón se balancee, fundamental para cortar el jamón correctamente, es importante que ajustemos el instrumento a la medida del producto.

¿Cómo empezar un jamón si se va a consumir rápidamente?

Estos casos suelen darse especialmente en el ámbito de la restauración, donde se suele consumir la pieza en un intervalo de tiempo relativamente corto, el cual podemos considerar de en torno a los 8 o 10 días o incluso en ocasiones, en un solo día.

Es por este motivo, que el hecho de abrir la pieza con la pezuña hacia arriba o hacia abajo no tendrá demasiada relevancia y por tanto, la decisión de empezar el jamón de una u otra forma dependerá únicamente del gusto o las necesidades de cada consumidor.

Aun así, lo habitual en estos casos es que se coloque el jamón con la pezuña hacia arriba, la maza quedaría en la parte superior y la babilla en la parte inferior.

De esta forma, comenzaríamos a cortar el jamón por la maza, la parte más grande, vistosa y jugosa de la pieza y en la que por tanto, se ubica una mayor cantidad de jamón.

Es esta también la parte con mayor cantidad de grasa y además, las lochas que obtendremos de la misma serán grandes y homogéneas.

De esta forma, dejaremos para el final la zona de la babilla o contra maza, zona menos jugosa y vistosa y por lo tanto, más seca.

¿Y si vamos a tardar en consumirlo?

En este caso, cuando el tiempo de consumo supera los 15 o 20 días, se recomienda empezar a cortar el jamón por la zona de la babilla, por tanto, colocaremos la pieza con la pezuña hacia abajo, de forma que la babilla quedaría en la parte superior y por el contrario la maza, en la parte inferior.

El motivo de empezar el jamón por esta zona, parte más estrecha y curada de la pieza, es que de esta forma evitaremos que esta parte se endurezca demasiado. De hacerlo al contrario, cuando fuéramos a consumir la babilla, la notaríamos demasiado seca y dura.

La babilla, también denominada contra maza, tal y como su propio nombre indica es la parte opuesta a la maza.

Es la zona más estrecha del jamón y como consecuencia de ello, también la parte más curada.

Se caracteriza por tener una menor cantidad de grasa y por tanto, ser la parte más magra del jamón.

Al degustarla apreciaremos un sabor más salino que el de la maza ya que al ser la parte más estrecha del jamón, habrá absorbido una mayor cantidad de sal.

Además, las lonchas que obtendremos de aquí serán de un menor tamaño que las de la maza.

Para finalizar, nos gustaría añadir que cada jamón es único, así como el punto de curación óptimo para cada uno y es por ello que en Benito Pérez, cuando nuestros clientes compran un jamón ibérico entero, con hueso, con el fin de servirles la pieza más afín a sus gustos y necesidades, nos gusta especificar con ellos el punto de curación óptimo en función de sus gustos y necesidades.