Jamón Deshuesado de Bellota Ibérico 50% Raza Ibérica

Características de nuestro jamón ibérco de bellota deshuesado

Nuestro jamón ibérico de bellota deshuesado, gracias a nuestro ligero y controlado proceso de salazón, destaca por su aroma y suave sabor.

Ha recibido una curación lenta y prolongada en nuestras bodegas naturales durante aproximadamente 32 meses.

Todos nuestros jamones deshuesados, una vez retirado el hueso y pulida la pieza, son troceados en diferentes porciones dependiendo del tamaño del jamón y posteriormente envasadas al vacío.

Esta porción está totalmente limpia, por lo que puede consumirse en su totalidad.

¿Cuál es la procedencia de nuestro jamón ibérico de bellota?

Nuestro jamón ibérico de bellota etiqueta roja procede de cerdos 50% raza ibérica criados en total libertad en las mejores dehesas de encinas y alimentados, al igual que nuestro jamón 100% ibérico, de bellota durante su época, la montanera, hierbas y otros frutos del campo.

La montanera es el periodo de tiempo comprendido entre octubre y marzo aproximadamente, época del año en la que se produce la maduración de la bellota y se desarrolla la fase final de crianza del cerdo ibérico. Durante este período el animal engorda fuertemente y de forma rápida y es por ello que, pasada esta fase, se procede al sacrificio del mismo.

Información nutricional aproximada por cada 100g
Valor energético 1436 KJ/ 345 Kcal
Grasas 24
de las cuales, saturadas 8,5
Hidratos de carbono 0,7
de los cuales, azúcares <0,5
Proteínas 31
Sal 3,4

*Todos los productos ibéricos elaborados por Jamones Benito Pérez están certificados como productos libres de gluten y por lo tanto, son aptos para celiacos.

Conservar en el frigorífico a una temperatura de entre 0ºC y 8ºC.

Cuando quiera comenzar a consumir el producto, sáquelo del frigorífico, corte lo que desee consumir y tire la bolsa de plástico.

Posteriormente, guarde el trozo restante en el frigorífico envuelto en film transparente y deje que lo cortado gane temperatura durante 1 o 2 horas antes de su consumo.

Cortar en frío resulta más sencillo y, además, evitamos que el producto cambie de temperatura reiteradas veces.